IV Encuentro de Carnavales repensó la fiesta más allá de las lentejuelas y el espectáculo
Permitió conocer las diferencias que no los separan sino que los unen como hermanos, concluyó el evento internacional.
Entre jueves y viernes, Barranquilla vivió un espacio para el diálogo y la academia con el IV Encuentro Internacional de Carnavales del Caribe que tuvo como eje central ‘Economías culturales y creativas: el papel de los carnavales como instrumentos y motor del desarrollo sostenible’.
10 delegaciones dieron catedra de los diferentes carnavales que enriquecen al mundo. Colombia no estuvo por fuera y se hizo presente con los directivos de la Feria de Cali, Festival Vallenato, Carnaval de Barranquilla, Fiestas del Mar, Carnaval de Negros y Blancos, Fiestas de la Independencia.
Conferencistas institucionales y académicos internacionales como Yuri Peshkhov, Jimena Cuevas, Andrea Mazzi, Enrique Avogrado, Exministro de Cultura de Buenos Aires; Orlando Verges, director de Casa del Caribe de Cuba; Rafaela Bastos, Arminda Villanueva, Martín Duquela Antón, Franklyn Ridderstaat, de Aruba, entre otros, estuvieron durante cada panel.

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Palabras del gerente de Carnaval de Barranquilla S.A.S, Juan José Jaramillo.
Este IV Encuentro Internacional de Carnavales del Caribe cumplió con el propósito de repensar la fiesta más allá de las lentejuelas y el espectáculo, permitió compartir conocimientos, ideas y experiencias para seguir consolidando nuestras festividades como una industria cultural, creativa y sostenible, entendiendo que todos los Carnavales son motores de desarrollo que brindan oportunidades para nuestras comunidades.
Nuestras reflexiones no fueron ajenas a los grandes retos globales como el cambio climático, avances tecnológicos, sociales y económicos en nuestros países, que exigen reinventar nuestros modelos para seguir trabajando en generación de empleo, turismo, cohesión social y transmisión de saberes.
Gracias a las delegaciones de Aruba, Cuba, México, República Dominicana, junto con invitados especiales de Brasil e Italia. También, a los académicos, investigadores, gestores culturales, artistas y representantes de organismos multilaterales como UNESCO, Asociación de Estados del Caribe (AEC) y la CAF quienes nos acompañaron en esta conversación global.

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Agradecimiento especial a los representantes de las fiestas de Colombia por compartirnos su experiencia lo cual nos demuestra lo sintonizados que estamos, lo que a su vez nos prueba que vamos por el camino correcto.
No es casualidad que este encuentro tenga lugar en la Universidad del Norte, en el Auditorio Marvel Moreno, un espacio que lleva el nombre de la escritora barranquillera reconocida internacionalmente por sus cuentos y novelas y recordada también como reina del Carnaval en 1959. Su figura simboliza el poder de la cultura caribeña para trascender fronteras y reafirma que el Carnaval, como la literatura, es una voz viva de nuestra identidad y creatividad.
Si de reflexiones y enseñanzas se trata, cada uno de los participantes presenciales y vía streaming tendrán sus conclusiones, pero quiero destacar algunas:
República Dominicana con Martín Duquela nos compartió la experiencia del Carnaval de La Vega, destacando su capacidad de atraer turismo y generar ingresos. Mientras, Aruba: mostró cómo su carnaval incluye a adultos mayores y personas con discapacidad, dinamizando la comunidad artística y generando empleos a través del turismo, la música y la gastronomía.

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Santiago de Cuba nos compartió la fuerza del espíritu de los santiagueros que cuando oyen una campana o una trompeta china y una conga salen a arrollar sin importar la edad, el género o la religión, en lo que nos parecemos mucho, se cifra la esperanza de los carnavales de Santiago, cuyo mayor reto radica en negociar con los jóvenes y buscar alianzas con líderes para salvar el poder de la cultura popular del Caribe.
Nuestros queridos amigos de Cozumel, México, nos recordaron que el Carnaval también puede orientarse hacia el mar, convirtiéndose en un puente entre la cultura y la naturaleza. A su paso por nuestro escenario como país invitado, Brasil con Rafaela Bastos resaltó el papel pedagógico de las escuelas de samba y su impacto como una gran oportunidad de transformación social.
Disfrutamos de una conversación excepcional sobre el Carnaval de Viareggio, que nos permitió conocer la tradición de carrozas monumentales y estableció un valioso puente de intercambio con los hacedores de Barranquilla, fortaleciendo el diálogo entre Europa y el Caribe.
Además, vivimos un momento de gratitud al exaltar a Carla Celia, arquitecta, gestora cultural y líder de este encuentro.

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No olvidemos la invitación de Enrique Avogadro a ver el carnaval como un artefacto cultural, una plataforma creativa en permanente transformación, capaz de generar desarrollo, salud, turismo y trabajo a partir de lo que hace únicas a las comunidades: sus historias y tradiciones. Propuso veinte ideas innovadoras —desde la gastronomía, la moda y los videojuegos, hasta la ciencia y la salud— que amplían el universo del carnaval hacia nuevos públicos y sectores.
También, destacamos la presencia de organismo internacionales como la Unesco con Yuri Peshkov que nos recordó la importancia de salvaguardar los patrimonios inmateriales como soporte de la identidad.
También, la Asociación de Estados del Caribe con Jimena Cuevas que enfatizó la integración regional entre turismo, comercio y cultura como motor sostenible. Por su parte, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Laura Múnera que explicó los mecanismos financieros y de cooperación técnica que permiten fortalecer proyectos culturales escalables en la región.

El legado de este IV Encuentro es contundente: conocer las diferencias de nuestras celebraciones que no nos separan sino que nos unen como hermanos, nos va a permitir afirmar la singularidad de nuestras fiestas, desde su propia tradición, se asume como oportunidad de desarrollo sostenible, como lo dijo Vivian Puerta, líder de sostenibilidad, organizamos y gestionamos la plataforma de goce donde se vive la alegría de gente que se convierte en desarrollo económico y cohesión social ¡El Carnaval es por y para la gente, sino no hay Carnaval!
Nos vemos en Cozumel, México, con el eco de los tambores que nos anuncian que hay Carnaval en el Caribe para rato.